En la actualidad, la mayoría de los vehículos equipan pretensores pirotécnicos, como mínimo, en los asientos delanteros. que puede ser mecánico o eléctrico.
En el caso de los pretensores mecánicos, si el vehículo sufre una des-aceleración muy acusada (normalmente por un choque), el pretensor posee un sistema mecánico, mediante el cual se detona internamente bien el carrete o la hebilla. El efecto que produce en el cinturón es que se retrae, pegándolo lo máximo posible a nuestro cuerpo, para así permanecer perfectamente sujeto en el asiento.
Los pretensores eléctricos
poseen una unidad de control que, generalmente, también controla el airbas.
Esta unidad de control posee varios sensores, mediante los cuales recibe gran
cantidad de información de las fuerzas g que actúan sobre el vehículo. En caso
de detectar un valor superior al preestablecido, entiende que se ha producido
un accidente y envía un impulso eléctrico que hace detonar el pretensor. El
pretensor puede ir situado, como en el caso anterior, en el carrete o en la
hebilla y su finalidad es la misma, aprisionar el cuerpo para que no se mueva.
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